Entre risas, copas de vino y un concierto de salsa en la ciudad que nunca duerme, la vida nos regaló un momento perfecto. Ese instante se convirtió en el comienzo de una historia que seguimos escribiendo cada día.

Y como dicen en Cali, el corazón baila antes que los pies, el nuestro empezó a bailar mucho antes de que lo notáramos. Desde entonces, hemos seguido danzando entre sueños, risas y abrazos, construyendo un amor que crece con cada mirada y se fortalece con cada paso.

Nuestro camino juntos nació con música, vino y alegría, y hoy continúa con la certeza de que el mejor baile de nuestra vida apenas comienza.